domingo, 20 de julio de 2014

Perchero con tablas de palé.



Me encanta utilizar los tablones de un palé (o palets)para hacer cosas útiles, es una madera totalmente virgen, cortada y trabajada de una forma burda de acuerdo con el uso que va a tener. Por eso cuando decido coger un trozo de tabla y teñirlo, pintarlo, encerarlo... me da la sensación de que la madera me agradece un trato tan exquisito cuando su destino era la basura o la lumbre una vez que hubiera cumplido con su misión de transporte. Y tengo que deciros que una vez tratada, la madera luce preciosa y hace un contraste con lo agujeros, arañazos y desperfectos que a mí personalmente me parece muy atractivo.

Estos son los materiales que hemos empleado para confeccionar el perchero:




Una tabla de palé, una servilleta que le compré a Lucía Sapena, de Momentos Vintage, y tres colgadores pequeñitos. Además tapaporos, pintura acrílica en un tono verde grisáceso y pátina marrón, elaborada diluyendo un chorrito de óleo Titán Siena claro en esencia de trementina.



       El procedimiento es:

1º.- Lavar y lijar a conciencia el tablero elegido. Después se puede dejar tal cual la madera o bien oscurecerlo con un tinte al agua (tono castaño en este caso); en este caso, cuando le desgastemos la pintura saldrá el tono más oscuro de abajo y tendrá un aspecto más envejecido.

2º.-Una mano de tapaporos y una lijada suave.

3.- Dos manos de la pintura elegida. La pintura es mejor ponerla diluída y dar dos o tres manos a ponerla muy espesa, porque de esta manera es más fácil que salgan defectos (pequeños grumos, agrietamientos...). Lijada suave entre las manos de pintura.

 4.- Elegir las imágenes que vamos a usar de las servilletas, recortar y eliminar las dos capas posteriores de papel, nos quedamos únicamente con la cara impresa. Pegar con Alkil diluído con agua, cuidando de que no nos queden burbujar o arrugas. Cuando esté completamente seco dar una lijadita con mucho cuidado y una lija de grano muy fino, únicamente para suavizar las posibles arrugas que hubieran quedado en el papel. Lijar un poco más intensamente los bordes para desgastarlos hasta que aparezca la madera oscurecida. 

5.- Patinar, acabar con barniz al agua y colgar los perchines. 
 

El resultado no puede ser más agradecido, un perchero que va bien en una habitación de niño (o de niña, a mi hija le ha encantado porque dice que no es "cursi"), en un estudio, en la entrada de un apartamento... además lo podéis hacer a la medida que queráis, basta con elegir más o menos grande el tablón y añadir más cantidad de perchines.






Y vosotros, ¿habéis utilizado tablas de palé para decorar?. ¿Cómo las habéis reciclado?.

Espero que os pueda servir de inspiración. Y si queréis hacer algún comentario aquí o en facebook, siempre me ayudan a mejorar.

Hasta la semana que viene.






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