domingo, 6 de marzo de 2016

Preparando el mercadillo.





Hace un tiempo os hablé del mercado de antigüedades y artesanía que tenemos en la ciudad todos los primeros sábados de mes. Desde que se organizó por primera vez ha ido creciendo de una forma asombrosa, tanto en número de puestos como en la calidad de las cosas que se ofrecen.


Yo tengo muchísimas ganas de participar y, si todo va bien, en la edición de Abril voy a poner un puesto junto a mi amiga Arancha (aunque ella no está pasando por un buen momento y quizás prefiera esperar, ya veremos) y con mi hermana, que se sumó en cuanto se lo comenté.

El caso es que desde el último mercadillo, que fue cuando lo decidimos, estoy como loca haciendo cosas para poder vender. Tengo algunas cositas del año pasado, que fuimos a otro mercado de artesanía, pero me parece muy poco y además me apetece muchísimo usar mis propias plantillas para los trabajos, ahora que las tengo y que también las venderé en el puesto.

Hoy os voy a enseñar los dos primeros trabajos, un cuadrito para la cocina y un colgador para llaves.

El cuadrito está hecho con tres tablas de palé unidas. Las tablas, después de limpias y lijadas, las teñí con tinte color roble oscuro y después pinté en color gris muy claro; de esta manera cuando lijo por los bordes debajo de la pintura aparece el color oscuro de la madera. Además le di una pátina marrón, que fui aplicando y retirando como ya os he explicado en otras ocasiones. Una mano de barniz, ya que la pátina, al ser oleosa, no admite bien ni la pintura acrílica ni el pegamento y lista para decorar.
Tablas de palé sanas y limpias.


Tabla teñida con tinte roble oscuro.

Prueba de color sobre la tabla teñida.
Presenté sobre la madera los elementos que iba a poner: varios dulces recortados de una servilleta, una tetera y varias tazas y la palabra Breadfast. 



Todos éstos son elementos de una misma plantilla que diseñé por encargo para La chica de la casa de caramelo. Ella la utilizó en una preciosa bandeja que hizo partiendo de una tablas de madera, y os recomiendo que paséis por su blog para verla, porque le quedó chulísima.


Tanto la tetera y las tazas como las letras las estarcí en color marrón muy oscuro. Cuando estuvo seca la pintura volví a poner las plantilla y fui dando toques de pintura dorada por la parte derecha e inferior de los motivos, para darle un poquito de "cuerpo". 



Con una lija de grano grueso desgasté un poco los pasteles, para que no le quitaran protagonismo a los stencil.


Me gusta muchísimo cómo ha quedado, para decorar cualquier rincón de la cocina.


En el caso del colgador de las llaves la idea la tuve cuando hice el tutorial sobre cómo usar correctamente las plantillas de estarcir. En una de las tablas que usé de modelo puse esta combinación, color azul con pátina blanca y me encantó. Entonces se me ocurrió hacer un percherito para una casa en la playa, con una madera que será resto de algún trabajo, la verdad es que no recuerdo de qué jaja.


Pinté con el color azul turquesa y apliqué la pátina blanca, dando y retirando, excepto en los surcos de la madera, donde dejé que se acumulase y se viese más blanco. Igual que en el trabajo anterior di una mano muy escurrida de barniz, para asegurarme que la pintura blanca del estarcido no patinase.


Utilicé la plantilla Coastal 1, que me encanta. Luego lija gruesa para arañar tanto la pintura como los motivos. La llave antigua la compré en el mercadillo la última vez que fui (compré tres, así es que ya las iréis viendo en trabajos sucesivos, que les tengo que dar salida xD). 



La llave estaba muy oxidada cuando la compré. Era bonita así con el óxido, pero no podía utilizarla, porque al final el óxido acabaría por ensuciar cualquier trabajo. Así es que le apliqué quitaóxido y después barniz zapón. Cuando estuvo totalmente "curada" la fui pintando con distintos tonos de rojo, ocre, amarillo y al final toques muy leves de turquesa para imitar el óxido que le había quitado. Y la verdad es que se ve preciosa y con la tranquilidad de que no se va a seguir oxidando.



Para poner las alcayatas conté con la ayuda de GPadre, ya que había que ponerlas, quitarlas, cortar el sobrante y volver a poner. Él tiene más paciencia y más fuerzas, así es que agradezco muchísimo estas pequeñas colaboraciones jaja.


Y sigo haciendo cosas. El problema es que la creatividad va más deprisa que las manos jaja, y se me acumulan las ideas mientras que tengo poquito tiempo para hacer.

Por último os quería pedir una ayudita. ¡¡No sé qué precio poner a estas cosas!!. Por un lado la materia prima no me ha costado mucho (en el caso de los palés no me cuesta nada, que son recogidos de la calle xD) pero por otro pienso en la cantidad de horas que le echo a cada trabajo y ...mejor no cuantificarlo jaja.  Y aquí es dónde os quiero pedir consejo: ¿Qué precio le pondríais a estos dos trabajos?. 

En cuanto tenga más cosas os las iré mostrando. Gracias por estar ahí.

Besos.



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