domingo, 29 de mayo de 2016

Renovando el dormitorio (II): La cómoda bonita que necesitaba un cambio.

Cómoda de madera pintada
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Después de enseñaros la semana pasada cómo hice el cabecero para mi habitación, hoy os enseño el cambio que le he dado a la cómoda, que también le hacía mucha falta. Se trata de una cómoda de madera de pino, de estos muebles que se veían mucho hace unos años, muebles naturales o en crudo les decían. Pues es ese tipo de mueble, sólido y macizo con una capa de barniz brillante encima.

lunes, 23 de mayo de 2016

Llavero coastal para la entrada.


En realidad este llavero ya os lo enseñé hace unos meses, junto con más cosas que estaba preparando para un mercadillo.

Pero hoy lo rescato para participar en el segundo cumple blog de Ana Llansa, del blog De todo un poco. Si no habéis pasado por su blog no dejéis de hacerlo, Ana tiene una imaginación y una habilidad que hay que tener en cuenta jaja.

domingo, 22 de mayo de 2016

Renovando el dormitorio (I): Cabecero tapizado por muy poco dinero.


Hace tiempo que tenía ganas de cambiar algunas cosas en mi dormitorio. Desde que nos mudamos (¡¡hace ya 14 años!!) teníamos la habitación de matrimonio sin cabecero, porque cambiamos la cama a una más grande y decidimos que "más adelante" encargaríamos un cabecero a medida. El más adelante fue pasando y siempre había otras prioridades: las habitaciones de los niños, los estudios de los niños, los viajes de los niños... jaja, qué os voy a contar que no sepáis.

domingo, 8 de mayo de 2016

La caja de la paciencia y tutorial para pintar rayas de tapicería.


Sigo decorando cajas de fresas, antes de que se acaben. Tengo ahora mismo tres en proceso y un número indeterminado en el trastero y en el maletero del coche, para desesperación de GPadre que amenaza con echarlas a la chimenea jaja. No puedo evitarlo, y ya tengo estandarizado el protocolo pedigüeño: "avisto" la puerta de una frutería con cajas de fresas vacías, entro, compro un kilo de naranjas y pregunto si puedo llevarme una cajita de fresas vacía. La respuesta siempre es la misma: sí, claro, ¿quiere alguna más?. Ah, pues sííí, me vienen muy bien, gracias. Y me voy con todas las cajas que soy capaz de acarrear. Alguna vez incluso ha salido el frutero detrás de mí porque me había quedado las naranjas en la tienda, xD.