Para hoy tenía preparada otra entrada, pero el viernes disfruté un montón haciendo fotos a mi familia, mientras cada uno de ellos se dedicaba afanosamente a su actividad favorita y me apetece mucho contároslo. El día no fue especialmente soleado, pero en la terraza de casa se estaba estupendamente y allá que nos lanzamos todos a nuestras actividades favoritas como si no hubiera un mañana. Así fue.
A GPadre le regalaron los reyes un huerto urbano. Aunque al principio se mostró un poco escéptico ahora que ya ve cómo van saliendo las plantitas está entusiasmado. Nos hace gracia porque las tiene colocadas con precisión milimétrica y todos los días vigila si han crecido, si necesitan agua, si una tiene mala-pinta-voy-a-sustituirla-por-otra, etc. Plantó las semillas en un semillero y de ahí va trasplantando al huerto, yo creo que antes del verano podremos hacer una parrillada de verduras con el fruto de su trabajo xD.
Al Chico Grandote no hay más que darle un destornillador para que encuentre una puerta que no cierra bien, una persiana que no baja, una bici que anda floja... es una afición de la que nos beneficiamos todos muchísimo, incluída la abuela que está deseando que llegue el jueves, que es el día que va a dormir a su casa, para sacarle la lista de desperfectos de la semana.
El viernes se dedicó a poner a punto las bicicletas, y entre llaves fijas, grasa de mecánico (buff...) y destornilladores pasó la mañana.
Yo para no variar anduve liada con un tablón que he sacado de un palé y con el que quiero hacer un perchero, ya os lo contaré más detenidamente en otro post cuando lo tenga acabado. De momento me pasé la mañana "sujetando" con Alkyl las lascas de madera, tiñendo la madera de la parte central, lijando... en fin, ya sabéis, esto no es nuevo para nosotr@s.
Ama no se habia enterado de que festejábamos el día del trabajo y andaba repanchingada en el suelo, mirando con un poco de extrañeza tanta actividad y atenta a que alguien le diese un puntapié a la pelota para salir disparada a por ella.
Hasta que la Cogusina decidió que era muy buen momento para revisarle los nudos del pelo e igualárselo por la cabeza. Desde que le regalaron la máquina cortapelos para animales es raro el fin de semana que no le da una pasada por alguna parte del cuerpo, vamos que la perra tiene la cabeza mejor arreglada que yo con diferencia jaja.
Nos faltaba GHijo, que está estudiando fuera. No sabemos cómo celebraría el día del trabajo, supongo (y espero) que estudiando, pero si hubiera estado en casa seguro que habría pasado la mañana enredando de un sitio para otro, pendiente de todo y sin parar en nada. Él es así y lo echamos de menos.
Por supuesto que toda esta actividad frenética cesó cuando llegó el aperitivo. Muy merecido y muy bien recibido por todo el mundo, consistía en unas cervezas (Coca-Cola para la Cogusina) con queso y chorizo de Casar de Cáceres y patés Iberitos, mi favorito es el paté ibérico con higos de Almoharín. El queso es de Queserías Rey y el chorizo del Comercio de Pipe. Si vais a Cáceres acercaros al Casar (son apenas 9 km de distancia), tienen mucha fama sus tortas de queso, pero no es lo único recomendable. El museo del queso merece una visita, seguro.
Fue una mañana muy agradable para todos, un impulso para coger con fuerza el final del curso.
Y vosotros, ¿cómo habéis pasado el día del trabajo?,¿trabajando?, ¿en la playa?
Besos.