domingo, 31 de mayo de 2015

La caja de las medicinas.


Restaurando una caja muy original.


Esta cajita era la caja de las medicinas en casa de mi abuela. Cuando me contaron que esa era su utilidad aluciné: cualquiera de nosotros tiene ahora mismo en casa un arsenal de antiinflamatorios, analgésicos, antiácidos, relajantes musculares... ¡¡¡o mis abuelos estaban muy sanos o se aguantaban con sus males tomando apenas una aspirina, porque desde luego en esta caja cabe muy poco más!!.



El caso es que la caja tiene la particularidad de que la tapa es tan profunda como la propia caja. Es quizás menos práctica pero a mi me parece preciosa. Estaba, como otras cosas, en un estado lamentable, y para colmo la primera vez que la abrí dejé caer la tapa bruscamente y se desencoló por los laterales (en las fotografías se aprecia porque la madera se ve más clara). Al menos no tenía carcoma ni faltas de material, con lo cual el arreglo comenzó con un buen encolado de las piezas.






Después de lavarla a conciencia con agua y jabón neutro decidí decorar cada una de las partes de la caja de una forma distinta: dejar la parte inferior en su madera y pintar la parte superior con un color suave y antiguo, en este caso Americana color arena


La parte superior de la tapa la decoré con un precioso papel de decoupage de Sueños en papel e hice por todo el lateral un estarcido en uno de los tonos de las rosas del papel con una plantilla de Todo Stencil

y por último le apliqué a los bordes una tinta de las que se usan en scrap, concretamente el color cocoa (es la primera vez que la uso y me gusta el resultado):


La parte de abajo la dejé en madera, y le apliqué un tinte roble claro, que además de darle color unifica los distintos tonos que quedan en la madera después de lavarla. Una mano de cera incolora y, bien abrillantada con estropajillo de acero cuando la cera está seca.




Me gusta mucho cómo ha quedado, y la forma tan peculiar de la caja queda potenciada con la diferente decoración de las dos partes.


Y ahora me vais a dejar que os enseñe lo que había dentro de la caja cuando la encontré. Son pequeños tesoros (no estoy segura de quién), con un montón de años y que me emocionaron al encontrarlos. He decidido dejarlos dentro de la caja, una vez limpios, ahí han estado muchos años y ahí van a seguir conmigo .

El medallón de la derecha con la foto de boda de mi abuela es en realidad un espejo.

Esta es la parte de atrás del espejo.

Un peine para el bolso con la funda bordada en punto de cruz.
Además había una horquilla para el pelo con tres cristales rosa y unos guantes antiguos de crochet.

Me encanta haber recuperado todos estos trastos, que algún día fueron muy valiosos para alguien y ahora están a buen recaudo encima del escritorio de mi comedor.

Como siempre Ama anduvo supervisando la sesión de fotos:
y no tuvo más remedio que felicitarme jajaja. ¡¡Me tiene loca esta perrina!!.

Espero que os haya gustado y os agradezco como siempre vuestros comentarios.

Besos y hasta la semana que viene.



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