domingo, 15 de febrero de 2015

Un perchero para Ama.



Siguiendo con el empeño de poner un poco de orden en algunos espacios de la casa donde hace falta, os enseño el sitio que voy a transformar con el trabajo de hoy. Justo detrás de la puerta de entrada tengo dos perchas puestas para las cosas de Ama, la perrita de la familia. 

Ésta es Ama, la protagonista de hoy


Allí colgamos la correa, el arnés, una toalla para cuando viene con las patas embarradas... Y la verdad es que no me gustaba, además la pared se ensuciaba frecuentemente con todos los trastos ahí colgados.


La inspiración me vino cuando vi este perchero en Pinterest:

Vía
y se me ocurrió hacer un perchero para los trastos caninos.

Partí como otras veces de dos tablas de palé (mira AQUÍ otro perchero también muy parecido): ¡¡siempre tengo en casa stock de tablas de palé!!. El procedimiento es muy sencillo: lavar a fondo con agua y sosa caústica (son palés recogidos de la calle, que tienen toda clase de suciedad encima), lijar con grano grueso primero y con grano finito después y tapaporos. Uní las dos tablas con cola de carpintero y unas chapas para dar más seguridad. Una mano de pintura blanca aguada para que se vea la veta de la madera y... ¡¡a decorar!!.
La madera sin lavar (izquierda) y después de lavar con agua y sosa (derecha).

Unidas con cola, aunque luego le añadí dos chapas para mayor firmeza


Con una mano de pintura blanca acrílica aguada.


A continuación hice un decoupage con una de las preciosas servilleta que compré en la Diy show.



El nombre de Ama lo puse mediante una transferencia. Añadí un par de sellos de Centro artesano y unos toques muy ligeros de pátina marrón por algunas zonas y por los bordes y éste es el resultado:

Mi hija dice que es un poco cursi y creo que tiene razón, pero a mí me encanta el aire vintage y nostálgico de esas rosas... No sé qué pensará Ama del asunto, a ver si le pregunto y os cuento jajaja.

Y ahora os muestro otro arreglo para este mismo rincón y al que le tenía verdaderas ganas: el paragüero. Era un regalo de bodas y aunque entonces me gustó por lo original que era (los diseños étnicos no estaban todavía de moda) estaba un poco cansada de tantos colores que además ya no iban bien en la decoración del recibidor.


La primera idea fue pintarlo en blanco roto y pegar o pintar unas flores, me gustaba mucho este modelo que guardé de Pinterest


Vía
Pero me encontré con el problema de los surcos que tiene la cerámica, marcando los dibujos. Tenía la opción de taparlos con un emplaste, pero ante el miedo de que no quedase bien opté por todo lo contrario: potenciar los surcos con una pátina más oscura ("si no puedes con tu enemigo únete a él"). Y así quedó:

Aquí se ve con más detalle la pátina en los surcos del dibujo original:


Así ha quedado el rincón, más acorde con el resto de la decoración:

Ama se pregunta si con el perchero nuevo va a salir más a la calle, que es lo que le interesa después de todo jaja.



Espero que os guste y nos vemos la semana que viene.

Y me voy corriendo a participar en el reto desvanero nº 15, propuesto por Helena y que seguro que tiene propuestas especiales: la fauna. No podía ser más atractivo. 

Besos.