Este año hemos estado inmersos en el IV Centenario de la muerte de Miguel de Cervantes. Ha habido multitud de homenajes a lo largo y ancho del país y de todos ellos me quedo con la versión radiofónica que ha hecho Radio Nacional y la fundación BBVA y que llamaron "El Quijote del Siglo XXI". Se emitía los viernes sobre las 7 de la tarde, la hora en la que nosotros vamos al pueblo los fines de semana, y en el coche íbamos callados y disfrutando del capítulo correspondiente. Las voces de Jose Mª Pou, Javier Cámara, Michelle Jenner, Roberto Álamo... nos han hecho disfrutar de esta obra tanto que yo decidí volver a leerla, porque realmente nunca he sabido saborear El Quijote hasta que no lo he oído en esta versión.
Y como me pasa siempre cuando me entusiasmo con algo (¿os acordáis del perchero con glicinias? lo pinté durante mis clases de portugués y todavía está en el recibidor de la casa del pueblo jajaja), pues quise dejar plasmado ese descubrimiento en un trabajo y es lo que os vengo a enseñar hoy.
Partí, como otras muchas veces, de tablas de palé lavadas, lijadas y vuelta a lijar, para que no quede ninguna astilla. Y pintadas, también como en otras ocasiones, con restos de pinturas de colores pastel. Aquí os enseño las tablas cuando ya estaban casi listas:
Como quería hacer cuatro tablas que formaran un conjunto elegí dos papeles de arroz, uno con flores muy vistosas y coloridas y otro con motivos de sobres envejecidos y los coloqué fácilmente con cola para decoupage en las tablas ya unidas por detrás.
En un hueco entre los motivos de decoupage apliqué mediante transferencia una frase extraída de El Quijote.
Luego una lijada suave con grano grueso y con cuidado, para desdibujar tanto los motivos como las frases y barniz mate protector a todo el conjunto:
En este caso les he añadido una cuerda de esparto fino para poder colgar si se quiere. A mí personalmente me gustan más las tablas apoyadas en los muebles (AQUÍ os enseñé una que hice para el escritorio) pero como éstas están destinadas a la venta pues se lo añadí. Me las llevo al mercadillo navideño Taller del Abuelo, que se celebra en San Lorenzo de El Escorial y en el que me voy a encontrar con artesanas/blogueras/amigas que también llevan cosas preciosísimas. Si tenéis oportunidad pasaros por allí, será muy agradable poder saludarnos.
Y así queda el grupo de las cuatro tablas homenaje. Se ven muy llamativas las flores, en distintos tonos de malva, y contrasta la sofisticación con la rudeza de las maderas, en las que por supuesto he conservado los agujeros de las puntas y los desperfectos que han sufrido con el uso de los palés.
En la parte de atrás, igual que otras veces, mi #etiquetacasera, menuda satisfacción ponerla cuando el trabajo está totalmente acabado.
Y ahora os voy a enseñar el almacén donde guardo las tablas: el escobero de la terraza, xD. Ahí las tengo a buen recaudo de la humedad, para ir tirando de ellas en cualquier momento. ¡¡No hay trabajo que más me guste que los que hago a partir de estas tablas!!.
Hoy me voy corriendo al blog de Marcela, las horas que son voy a llegar al encuentro de los viernes por los pelos. Menos mal que el resto de las propuestas no se van y puedo curiosearlas tranquilamente. ¿Os venís?.
Besos.