Desde que escribí la entrada del mercadillo de Estremoz tenía pendiente hacer otra sobre el mercadillo de antigüedades que tenemos todos los primeros sábados de mes en Badajoz, en un lugar tan emblemático como la Plaza Alta y las calles adyacentes. En realidad es mercado de antigüedades y artesanía y aunque siempre ha habido más puestos de lo primero en los últimos meses ha empezado a haber puesto de artesanía chulísimos con cosas muy originales.
El mercado se hace en la Plaza Alta, que fue remodelada por el Ayuntamiento hace unos años y que es muy original por el diseño de las fachadas, las llamadas Casas Coloradas:
A la plaza se accede por el Arco del Peso y desde aquí ya se puede ver el ambiente tan animado que hay los días de mercadillo:
También se puede bajar a la plaza desde la muralla por una de sus puertas, en este caso la Puerta del Capitel:
Hay muchos puestos de vendedores portugueses, que son muy aficionados a las antigüedades, y vendedores de la ciudad y pueblos de alrededor. Como hacía una mañana tan bonita y con tanto sol hice fotografías a diestro y siniestro, tantas que cuando llegué a casa tenía ¡¡231 fotos!!. Fue mucho más trabajoso el proceso de seleccionarlas que el de hacerlas, porque los trastos me gustaban absolutamente todos para ponerlos en el blog. Pero, claro, nadie iba a leer un post con más de 200 fotos xD. Así es que ésta es la selección que he hecho.
Esta cómoda portuguesa me encantó (con las cómodas me pasa como con muchas cosas: me gustan ¡¡todas!!), debe tener muchísima capacidad, y es parecida a la cómoda de principios de siglo que yo restauré:
Una mesita ¿telefonera? ¿para tomar el aperitivo?...la señora no supo decirme, así es que interpretación libre:
En este puesto encontré una buena cantidad de cacharros de estaño, preciosos y en muy buen estado: platos, jarras, copas...hasta una jofaina de barbería con su jarrita (se ve en la esquina inferior izquierda, que el platito tiene una hendidura para colocar en la garganta mientras se afeita al cliente):
En esta foto se aprecia mejor:
¿No se parecen estas copas a las del Santo Grial de Harrison Ford?:
Cántaras (o zafras, que también se llaman) de aceite en diversos tamaños y con sus pinturas originales. También había cántaras de leche, que son muy parecidas pero no exactamente iguales (la que está en la parte inferior de la foto):
Damajuanas de cristal blanco y verde,y garrafas de vino en sus forros de mimbre; quinqués de distintos tamaños y formas:
Pilas y fuentes de mármol, cubiertos de alpaca, teléfonos de baquelita, restos de vajillas y cristalerías antiguas:
Lo que más me gustó de esta edición fue una cocina económica, como la que recuerdo de casa de mis abuelos. ¿A que es preciosa?.
El primer banco de abdominales (o casi jaja), una piedra de moler, maletas, radios:
Las chicas de Le petit papillon tenían unos diseños de scrap preciosos:
Jabones, tocados, bisutería, ropita de bebé hecha a mano...
Y chacina de la tierra, que a las 12 de la mañana se hace la boca agua:
Yo compré dos cajas de madera (¿os he dicho alguna vez la debilidad que tengo por las cajas de madera?), una para regalar y otra, que es mucho más que una caja y que al abrirla me quedé literalmente "pasmá", para mí (ya os enseñaré lo que es y lo que me costó, que si no esta entrada va a ser eterna jaja):
Por último una vista general de la plaza y dos vistas desde la muralla. No sólo merece la pena ver el mercadillo, es que el entorno es único:
Espero que os gusten las cosas que he seleccionado para enseñaros y que os animéis a venir a Badajoz un primer sábado de mes. Seguro que no volvéis a casa con las manos vacías.
Besos.
Montaña.